Pausa de quince días
A veces necesitamos parar
Y no nos lo permitimos.
Porque "nos va a faltar plata si no trabajamos",
Porque creemos que si no estamos el mundo, no va a seguir rodando.
Excusas tenemos miles.
Nos auto-mentimos y nos expresamos argumentos convincentes para seguir,para luchar, pero en un punto el cuerpo te habla y te dice:
- Aflojá un poco. No puedo con tanto sentimiento. No puedo con tanta falsedad,con tanta mentira e indiferencia. O frenás, o colapso.
Y yo escuché .
Fue un 2025 heavy.
Viví hechos muy fuertes en muy poco tiempo,y mi cuerpo empezó a tirarme señales: ¿resultado?
Tuve un ait (accidente isquémico transitorio), y estuve en la guardia de urgencias dos veces con la presión en las nubes.
Entonces me tomé quince días.
Quince días para auto-sanar, para recomponer no sólo mi cuerpo físico,sino también mi corazón y mi alma.
Me permití quince días para escuchar a la escritora (escribí frenéticamente durante días) y sólo me detuve para necesidades primarias.
Hice la gran pausa que cada uno evaluará si puede autoconcedérsela, pero recomiendo ampliamente, porque me encontré y me conecté con la gente que me hace bien.
Compartí café,charlas,un almuerzo,mimos al alma...
Y hoy estoy nuevamente de pie. Alistando mi guardapolvo,mis libros,mis materiales para brindar a los chicos la posibilidad de llevarse un libro a casa y disfrutar...
Estoy lista para volver a leer en voz alta sin quebrarme.
Para volver a sonreírles y demostrarles que en el mundo también podemos hallar amor, comprensión, empatía...
Estoy preparada y con fuerza para seguir.
Recomiendo que se escuchen.
Ahora.


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