¿Tenés un cospel?
Estoy participando de un reto diario de escritura creativa según consignas que propone en su instagram @laaventuraliteraria
Escribí entonces este texto que me faltó incluir en mi novela " Un mural para decir te quiero" y que una vez publicada me di cuenta de la omisión
No lo tenía redactado, sólo lo tenía en mente. Ahora con estos desafíos diarios brotó. Espero les guste.
-¿Tenés un cospel?- me pidió mi amiga Mora cuando pasamos cerca de la cabina telefónica.
Metí las manos a los bolsillos, y descubrí que sí tenía, aparte de un chicle por la mitad envuelto en su papel horóscopo y protector labial transparente.
Sin decir palabra, abrí la mano,ofreciéndoselo.
Ella después de obsequiarme una sonrisa, empujó la puerta vaivén de la cabina y se dispuso a llamar.
Intrigada, me metí en la cabina para oír.
Ella tamborileaba sus dedos,esperando la respuesta del otro lado.
-"bueno, mirá,te cuento. Hoy fue un día de locos.
En la escuela me encontré de frente con Ale. ¿Y a qué no sabés qué pasó?
Me quedé tildada. No pude decirle nada,no me salió.
Por suerte él no se dio cuenta y me saludó primero.Ahí sí pude hablar. Él no se dió cuenta de nada.
¿Por qué será que uno se queda mudo cuando alguien le gusta demasiado?
Se me termina el minuto.
Mañana te llamo y te cuento, chau."
Y cortó.
Yo la interrogaba con los ojos. ¿Hablaba con una máquina contestadora?
-Sí. Es una contestadora. Una de las que tienen mini casette, como en las películas. Yo sabía que casi nadie las tenía,en principio, porque eran caras.
-Es el estudio de un abogado. El muertito. Todos los días le dejo un mensaje.
-¿El...muertito?- repetí
-Sí- extendió la mano pidiéndome otro cospel.
Marcó y me pasó el tubo
"Usted se ha comunicado con el estudio de abogados..."
Colgué. Era cierto que su voz parecía de ultratumba.
Todos los días le dejaba un mensaje en su máquina contestadora.
Tendría miles de mini casettes con sus ocurrencias.
¿Qué habrá pensado él de sus mensajes?
¿Los habrá oído?